JUAN M. MORENO: "Un ilustrador es alguien que trata de transmitir sensaciones a través del dibujo."

21 Gener 2010
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Mpizeloistoria Prwtopsaltou ENGLISH:21 x 28.5En Juan M. Moreno és un il·lustrador Argentí afincat a Barcelona des de l’any 2006. Però la seva feina com a il·lustrador ja fa uns quants anys que la duu a terme, i és que l’any 1993 va començar amb el món dels còmics.

Amb un estil bonic, colorista i molt adaptable sempre a l’estil de les il·lustracions requerides. El podem trobar tant fent un dibuix més humorístic, com unes il·lustracions molt més serioses.

El vaig conèixer amb un treball seu publicat recentment, el de “cuentos japoneses”, i em va semblar tan i tan bonic, que el vaig buscar fins que al final el vaig poder entrevistar.

El voleu conèixer una mica més?

–   Quant temps fa que et dediques al món de la il lustració?
Desde mis primeros años en la Facultad de Bellas Artes en La Plata (Argentina), al principio comenzé haciendo comics para un fanzine de unos amigos, si mal no recuerdo fué por 1993. Con la ilustración ifantil-juvenil comenzé en en 1998 en Argentina y desde el 2006 aquí en Barcelona

– Van ser complicats els inicis?
La verdad que no, pero por que tuve mucha suerte de conocer gente muy buena,  que me dió la oportunidad de hacer mis primeras muestras y trabajos.  Al llegar aquí fué como empezar de cero nuevamente y gracias a gente como Jaume Ríos (Editorial Teide) e Isabel Martí (IMC) que me dieron la oportunidad de ilustrar el Libro de la selva y que fué mi primer libro aquí.

6630-6430-contraportada– De quin dels teus projectes et sents més orgullós?
Yo creo que de todos, pero hay dos que son los que más me gustan:
El de los cuentos japoneses de Edebé y el de las leyendas de Urashima Taro de Teide… dá la casualidad que los dos son japoneses

041– Quin és el que més complicat has trobat en la seva elaboració? Per què?
Creo que la serie de Teide de Frankestein, Jasón, El conde de Montecristo… por que tenían que ser bastante realistas y me costaron bastante.

–  Per què?
Bueno, por el estilo de dibujo que tenía que hacer; por lo general me gusta más hacer cosas un poco más fantasiosas y no tan realistas.

cuento-05-detalle– Un dels teus darrers treballs és un recopilatori de contes japonesos, Quins reptes ha suposat per a tu il.lustrar històries d’una cultura tan diferent de la nostra? Has hagut d’adaptar molt el teu estil?
Siempre me gustaron las ilustraciones y grabados japoneses, así que más o menos sabía que era lo que tenía que hacer, espero no me hayan quedado muy mal jeje.
Con los diferentes estilos no tengo problemas, debe ser por que trabajé muchos años en estudios en Argentina (Duendes del Sur y A Cuatro Manos) donde hacíamos muchos estilos diferentes, mucho volumen de trabajo y con poco tiempo de margen.

– De les 20 històries japoneses, amb quin et quedes? Per què?
Con la historia de terror: Déjalas y vete.
Me encantan las historias de terror, si puediera ilustrar siempre cuentos de terror sería genial!

– De Buenos Aires a Barcelona, va ser molt difícil prendre la decisió de venir a viure i treballar aquí?
No, por que tenía ya muchos amigos y compañeros de Facultad viviendo acá.

cuento-02-detalle– Pel que fa al teu estil, com el definiries? Ja que he vist que en alguns dels teus treballs mostres un estil molt més seriós i en altres molt més infantil.
Digamos que adaptable a lo que haya que hacer jeje, no tengo problemas en cambiarlo si lo requiere el encargo.

– Un il.lustrador és …
Uy que difícil! Creo que alguien que trata de transmitir sensaciones a través del dibujo… ya vez, los dibujos se me dan bien..las palabras fatal.

– Explica’ns un conte típic del teu país.
Pues los que más me gustan los Cuentos de la selva de Horacio Quiroga, el problema que son medio largos… si se puede te copio uno que se llama:  Las medias de los flamencos:

LAS MEDIAS DE LOS FLAMENCOS
“Cierta vez las víboras dieron un gran baile. Invitaron a las ranas y los sapos, a los flamencos, y a los yacarés y los pescados. Los pescados, como no caminan, no pudieron bailar; pero siendo el baile a la orilla del río, los pescados estaban asomados a la arena, y aplaudían con la cola.
Los yacarés, para adornarse bien, se habían puesto en el pescuezo un collar de bananas, y fumaban cigarros paraguayos. Los sapos se habían pegado escamas de pescado en todo el cuerpo, y caminaban meneándose, como si nadaran. Y cada vez que pasaban muy serios por la orilla del río, los pescados les gritaban haciéndoles burla.
Las ranas se habían perfumado todo el cuerpo, y caminaban en dos pies. Además, cada una llevaba colgando como un farolito, una luciérnaga que se balanceaba.
Pero las que estaban hermosísimas eran las víboras. Todas sin excepción, estaban vestidas con traje de bailarina, del mismo color de cada víbora. Las víboras coloradas llevaban una pollerita de tul colorado; las verdes, una de tul verde; las amarillas, otra de tul amarillo; y las yararás, una pollerita de tul gris pintada con rayas de polvo de ladrillo y ceniza, porque así es el color de las yararás.
Y las más espléndidas de todas eran las víboras de coral, que estaban vestidas con larguísimas gasas rojas, blancas y negras, y bailaban como serpentinas. Cuando las víboras danzaban y daban vueltas apoyadas en las puntas de la cola, todos los invitados aplaudían como locos.
Sólo los flamencos, que entonces tenían las patas blancas, y tienen ahora como antes la nariz muy gruesa y torcida, sólo los flamencos estaban tristes, porque como tienen muy poca inteligencia, no habían sabido cómo adornarse. Envidiaban el traje de todos, y sobre todo el de las víboras de coral. Cada vez que una víbora pasaba por delante de ellos, coqueteando y haciendo ondular las gasas de serpentina, los flamencos se morían de envidia.
Un flamenco dijo entonces:
–Yo sé lo que vamos a hacer. Vamos a ponernos medias coloradas, blancas y negras, y las víboras de coral se van a enamorar de nosotros.
Y levantando todos el vuelo, cruzaron el río y fueron a golpear en un almacén del pueblo.
–¡Tantan! –pegaron con las patas.
–¿Quién es? –respondió el almacenero.
–Somos los flamencos. ¿Tiene medias coloradas, blancas y negras?
–No, no hay –contestó el almacenero–. ¿Están locos? En ninguna parte van a encontrar medias así.
Los flamencos fueron entonces a otro almacén.
–¡Tantan! ¿Tiene medias coloradas, blancas y negras?
El almacenero contestó:
–¿Cómo dice? ¿Coloradas, blancas y negras? No hay medias así en ninguna parte. Ustedes están locos. ¿Quiénes son?
–Somos los flamencos –respondieron ellos.
Y el hombre dijo:
–Entonces son con seguridad flamencos locos.
Fueron entonces a otro almacén.
–¡Tantan! ¿Tiene medias coloradas, blancas y negras?
El almacenero gritó:
–¿De qué color? ¿Coloradas, blancas y negras? Solamente a pájaros narigudos como ustedes se les ocurre pedir medias así. ¡Váyanse enseguida!
Y el hombre los echó con la escoba.
Los flamencos recorrieron así todos los almacenes, y de todas partes los echaban por locos.
Entonces un tatú, que había ido a tomar agua al río, se quiso burlar de los flamencos y les dijo, haciéndoles un gran saludo:
–¡Buenas noches, señores flamencos! Yo sé lo que ustedes buscan. No van a encontrar medias así en ningún almacén. Tal vez haya en Buenos Aires, pero tendrán que pedirlas por encomienda postal. Mi cuñada, la lechuza, tiene medias así. Pídanselas, y ella les va a dar las medias coloradas, blancas y negras.
Los flamencos le dieron las gracias, y se fueron volando a la cueva de la lechuza. Y le dijeron:
–¡Buenas noches, lechuza! Venimos a pedirle las medias coloradas, blancas y negras. Hoy es el gran baile de las víboras, y si nos ponemos esas medias, las víboras de coral se van a enamorar de nosotros.
–¡Con mucho gusto! –respondió la lechuza–. Esperen un segundo, y vuelvo enseguida.
Y echando a volar, dejó solos a los flamencos; y al rato volvió con las medias. Pero no eran medias, sino cueros de víbora de coral, lindísimos cueros recién sacados a las víboras que la lechuza había cazado.
–Aquí están las medias –les dijo la lechuza–. No se preocupen de nada, sino de una sola cosa: bailen toda la noche, bailen sin parar un momento, bailen de costado, de pico, de cabeza, como ustedes quieran; pero no paren un momento, porque en vez de bailar van entonces a llorar.
Pero los flamencos, como son tan tontos, no comprendían bien qué gran peligro había para ellos en eso, y locos de alegría se pusieron los cueros de las víboras de coral, como medias, metiendo las patas dentro de los cueros que eran como tubos. Y muy contentos se fueron volando al baile.
Cuando vieron a los flamencos con sus hermosísimas medias, todos les tuvieron envidia. Las víboras querían bailar con ellos, únicamente, y como los flamencos no dejaban un instante de mover las patas, las víboras no podían ver bien de qué estaban hechas aquellas preciosas medias.
Pero poco a poco, sin embargo, las víboras comenzaron a desconfiar. Cuando los flamencos pasaban bailando al lado de ellas, se agachaban hasta el suelo para ver bien.
Las víboras de coral, sobre todo, estaban muy inquietas. No apartaban la vista de las medias, y se agachaban también, tratando de tocar con la lengua las patas de los flamencos, porque la lengua de las víboras es como la mano de las personas. Pero los flamencos bailaban y bailaban sin cesar, aunque estaban cansadísimos y ya no podían más.
Las víboras de coral, que conocieron esto, pidieron enseguida a las ranas sus farolitos, que eran bichitos de luz, y esperaron todas juntas a que los flamencos se cayeran de cansados.
Efectivamente, un minuto después, un flamenco, que ya no podía más, tropezó con el cigarro de un yacaré, se tambaleó y cayó de costado. Enseguida las víboras de coral corrieron con sus farolitos, y alumbraron bien las patas del flamenco. Y vieron qué eran aquellas medias, y lanzaron un silbido que se oyó desde la orilla del Paraná.
–¡No son medias! –gritaron las víboras–. ¡Sabemos lo que es! ¡Nos han engañado! ¡Los flamencos han matado a nuestras hermanas y se han puesto sus cueros como medias! ¡Las medias que tienen son de víbora de coral!
Al oír esto, los flamencos, llenos de miedo porque estaban descubiertos, quisieron volar; pero estaban tan cansados que no pudieron levantar una sola ala. Entonces las víboras de coral se lanzaron sobre ellos, y enroscándose en sus patas les deshicieron a mordiscones las medias. Les arrancaban las medias a pedazos, enfurecidas, y les mordían también las patas, para que se murieran.
Los flamencos, locos de dolor, saltaban de un lado para otro, sin que las víboras de coral se desenroscaran de sus patas. Hasta que al fin, viendo que ya no quedaba un solo pedazo de media, las víboras los dejaron libres, cansadas y arreglándose las gasas de su traje de baile.
Además, las víboras de coral estaban seguras de que los flamencos iban a morir, porque la mitad, por lo menos, de las víboras de coral que los habían mordido, eran venenosas.
Pero los flamencos no murieron. Corrieron a echarse al agua, sintiendo un grandísimo dolor. Gritaban de dolor, y sus patas, que eran blancas, estaban entonces coloradas por el veneno de las víboras. Pasaron días y días, y siempre sentían terrible ardor en las patas, y las tenían siempre de color de sangre, porque estaban envenenadas.
Hace de esto muchísimo tiempo. Y ahora todavía están los flamencos casi todo el día con sus patas coloradas metidas en el agua, tratando de calmar el ardor que sienten en ellas.
A veces se apartan de la orilla, y dan unos pasos por tierra, para ver cómo se hallan. Pero los dolores del veneno vuelven enseguida, y corren a meterse en el agua. A veces el ardor que sienten es tan grande, que encogen una pata y quedan así horas enteras, porque no pueden estirarla.
Esta es la historia de los flamencos, que antes tenían las patas blancas y ahora las tienen coloradas. Todos los pescados saben por qué es, y se burlan de ellos. Pero los flamencos, mientras se curan en el agua, no pierden ocasión de vengarse, comiéndose a cuanto pescadito se acerca demasiado a burlarse de ellos.”

– Si fossis un personatge de conte series …
Urashima Taro

El libro de la selva5– Has il.lustrat alguns clàssics de la literatura universal com El llibre de la Selva o el mateix Frankenstein. T’agradaria il.lustrar més contes clàssics? Amb quin d’ells et quedaries? Per què?
Me gustan por igual los clásicos que los demás, lo que si me gusta es que sean lo más fantasiosos posible, así se puede lucir mejor la ilustración.

– Quina és la situació actual de la literatura infantil?
Pues creo que dentro del caos general de la crisis y demás, no está tan mal, anque se nota un poco la merma de nuevos títulos.

– Un país amb bona literatura infantil és …
Creo que un país necesita buena educación y niños felices, así que eso engloba la literatura infantil.

– Per anar acabant, quins són els teus propers projectes?
Un librito sobre Jack y las habichuelas gigantes, un par de aventuras con brujas, piratas y magos y después unas vacaciones!



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